lunes, 10 de noviembre de 2014

Espalda Peluda

Luego de varios meses intentando recuperarme, tomando sopa con la misma bombilla que mamá toma mate, intentar infructuosamente mover el vientre sin ver las estrellas y de tener poluciones nocturnas mientras soñaba con escarabajos y Mónica Farro, puedo decir que mi vida ha vuelto a ser normal (¿?)
El monoambiente que, mientras estuve postrado, me parecía enorme, ahora me parece pequeño y opresivo, indigno de una mente brillante como la mía. Lamentablemente es lo que puedo pagar, ya que me echaron del trabajo, si, mi jefe no se creyó la historia del accidente aunque mama me haya obligado a charlar con el vía skype, cuando aun no tenia la posibilidad de mover la mandíbula de manera fluida, se imaginaran que parecía Amalia Granata recién levantada de la siesta, no se me entendía nada.
Ahora estoy en juicio, por hacerme trabajar en negro, por hacerme trabajar mas horas de las estipuladas, por haberme despedido estando enfermo y por el incidente que tuve con él cuando me pidió que revisara su espalda, eso nunca lo conté, no?
Bueno, corría el verano de 2011, era mas precisamente el 25 de diciembre de 2011, estábamos trabajando, en realidad 5 esclavos trabajamos y el abría sus regalos navideños en su oficina, cuando de golpe abre la puerta y grita mi nombre. Inmediatamente camine hasta su covacha para ver que quería, me mostró todos sus regalos, me convido sidra sin alcohol caliente y me pidió estrenar su cortadora de pelo rasurándole la espalda.

       -    la verdad señor Petrosian no me parece el lugar adecuado para esto.

-         pero dale, que te cuesta? Cierro las persianas y nadie nos ve

-         Porque no se lo pide a Adriana o a Silvia, ellas por ahí están mas acostumbradas, vio las piernas de ellas?

-         si se los pido a ellas por ahí lo toman a mal, me meten una denuncia por acoso sexual.

-         Pero le vio el mentón a Silvia? Yo dudo de ella...

-         Es verdad, al principio yo también dudaba, pero la mande a hacerse unos exámenes de rutina y  confirmaron que era mujer.

-         En serio, porque no le pide a ella, creo que hasta tiene una prestobarba en el cajón.

-         Daleeeee, que te cuesta? Te doy la tarde libre...

-         Son las 3 de la tarde ya...

-         Y que mas queres? Te vas a las 7, dos horas antes que el resto...

Accedí, mas que nada porque el tono del armenio se estaba poniendo violento y cada vez se le entendía un poco menos.
Comencé a rasurar la alfombra Kalpakian que tenia en la espalda, realmente algo nunca visto, quizás digno de un documental del nat geo ó de ser estudiado por científicos en algún laboratorio o museo.
Mas o menos a los 40 minutos de trabajo, sobrevino la tragedia.... se me metió una bola de pelos en la boca, salto sin sobre aviso, como un pelotazo en medio de la cara, arcadas, arcadas y mas arcadas, pero justo en ese comento olvide apagar la maquina y le rebane un enorme lunar del tamaño de un confitado sugus que estaba escondido bajo la maraña de pelos.
Gritos, mas gritos, puteadas en Armenio y mucha sangre...comenzó a correr alrededor del escritorio gritándome que pida una ambulancia, mientras el charco de sangre crecía como las aguas estancadas luego de una fuerte lluvia en Palermo.
La ambulancia demoro lo habitual, unos 40 minutos, y mientras el camillero con resaca navideña intentaba que Petrosian no se cayera, el resto de los empleados seguían trabajando para poder irse lo antes posible.
Al final del día recibí 154 mensajes de texto de mis compañeros, felicitándome y dándome aliento, pero yo sentía que algo de lo que había hecho estaba mal.
Luego de varias transfusiones de sangre, una buena (y completa) afeitada en la espalda y de descubrir que el lunar que le arranque era maligno, mi jefe volvió al trabajo, mas enojado y explotador que nunca.
Ahora los dejo, debo ir a colgar la ropa en el tender que esta al lado del anafe.

Los dejo pidiendo disculpas por las molestias ocasionadas y diciéndoles que voten en la encuesta, ya que participan automáticamente de el sorteo de una depilación definitiva en “piel suavecita como culo de bebe”